sábado, 23 de agosto de 2008

Eterna Juventud

Eva Passaglia
Poema primero

Mujer acariciada por aguas y luz de luna

¿En qué piensas mientras miras a lo lejos
el horizonte azul violáceo?
¿Qué recuerdos se mecen junto a tanta belleza?
Tu piel, acariciada por las aguas
te recuerdan manos amadas?
¿Acaso traen melancolías de tiempos lejanos
o te dejas arrullar por la música del mar?
¿La quietud del momento trae alegría o dolor?
La rosa que te acompaña
no tiene la ternura de la arena
que se hunde con tu cuerpo haciendo nido con tus formas.
En corto plazo cuando te incorpores se llenará de agua.
Más tarde no sabremos si fue un sueño a descubrir.


Eva Passaglia
Nostalgia

Con el anochecer me llegan las nostalgias,
Qué célula primera mil veces bifurcada
con memorias genéticas cargadas a su espalda
como red en su andar eterno
en el tiempo y la distancia llega hasta mis nonos
en la región Itálica.
Allí mi madre y mi padre, (al que ella tanto amaba)
al cruzar grandes aguas, hizo que yo llegara...
para que en esta tarde
sienta esta nostalgia.


Eva Passaglia
Decálogo

Para las madres. Me incluyo

1- Amarás a tu hijo más que a ti misma.
2- Recuerda, eres su madre, no su dueña.
3- Todo lo que le hagas es para su futuro, no el tuyo.
4- Sugiérele, deja que él decida.
5- Escúchale en silencio, él te hará las preguntas que necesite.
6- Dale la oportunidad de equivocarse. Lo hará crecer.
7- Cuando llegue el momento, decidirá cómo pasar su vida y con quién, no te incluyas.
8- Si es feliz, tú también lo serás.
9- Cuando parta, abre tus brazos y deséale buen viaje.
10- Tú estarás en su corazón toda su vida.


Eva Passaglia
Aforismos

Humildad, ante ti me siento pequeña, tu grandeza me apabulla.
El mando no es autoridad. La autoridad no se recibe, se gana
El mediocre confunde autoridad con prepotencia.
El “Yo soy” no es sinónimo de “Tú eres”.
Voy por el camino hacia la paz, de la mano de la tolerancia.
El que quiere pide. El que ama da.
¡Gracias por amarme! Lo necesito.
Déjame amarte, si no ¿Qué hago con tanto amor?
¿Quieres un ángel en la tierra? Mira un niño Dawn.
Somos distintos, no eres mi enemigo.
Cuando lo sientas, pídeme que te abrace.
La historia tiene su peso, la llevamos como podemos.
El mediocre llega primero, toma el atajo de la adulación.

Eva Passaglia
No me pregunto

Amar no es un trofeo, se le gana sin competir
Miro al pasado para crecer en el futuro
Te amo, no me pregunto sí tú me amas
Amarte me hace feliz; y si me amas seremos felices
Amar sin libertad no es amor; amar no es un documento de propiedad
Mi amor se asienta sobre un cimiento de fidelidad…
Me refugio en mi yo, abstrayéndome de las presencias…
Ante mi desagrado, pongo cara de nada


Eva Passaglia
Un niño…

Siempre hay un niño en rincón del patio; los otros saltan, ríen, juega, él está solo. ¿En qué piensa? ¿Por qué está triste? No se siente amado. ¿Qué habremos hecho para herirlo tanto? ¿es tan difícil entre todos acompañarlo?
Guerra, lucha entre dos verdades opuestas.

Eva Passaglia
La Casa

Casa vieja abandonada, los helechos crecen en sus techos y ventanas
Cuánta esperanza albergo.
Cuánto amor, risas y lágrimas, transitan sus estancias
Donde hay sombras, hubo luces
Donde hay silencio, palabras
Qué triste y qué sola estás, casa vieja abandonada


Delchis Girotti
“En este mundo anónimo no hay lugar para el olvido”

Bar
Bar centenario, otoñales paredes.
“en este mundo anónimo, no hay lugar para el olvido”
cautivos en sus mesas, hombres y mujeres grises
sellan los labios al grito.

Aquí los exiliados de todas las esperas,
colocan muros alrededor del mundo.
Manos aferradas al círculo de un vaso,
intentan en vano un absurdo escape,
ficción de no pensar en sí mismo.

Tras los vidrios, panorama de la noche
se duele el asfalto con gorriones helados
y ahí, entre la penumbra y el frío, una mujer sin edad
empuja un carro con despojos
simplemente pasa… con su cruz y sus clavos.
el corazón, hecho un hueso
Los ojos, almendras amargas
sin querer, nos miramos, en piadosa mirada.
Los dos arrastrando basura, los dos esperando…
¡Quien sabe, que nada!...


Delchis Girotti
Exilio

¿Qué ciudad no se parece a otra en el exilio?
¿Qué ciudad distante no tiene las esquinas tramposas del recuerdo?
Bares y plazas con el ilusorio armisticio de las charlas.
¿Qué ciudad no se parece a la ciudad en que crecimos?
Cines, hoteles, avenidas….
Mujeres compradas en la penumbra…
En qué ciudad no se gastan las suelas para nada.
Queman todavía, aquellos años del destierro,
después del holocausto del “proceso”,
plagadas de insubstanciales palabras, en todos los idiomas…
Roma o París, México o Caracas es lo mismo,
cuando duelen las ausencias,
búsqueda cotidiana de un país en el recuerdo
país que amamos, víscera por medio, recostado en el atlántico,
como una mujer que espera mientras gime en el parto.
Raíz de todos nuestros males
País de todos nuestros sueños
Madre devastada por perjuros
Sol negro del exilio, crepúsculo de un mate con yerba de farmacia,
atardeceres aburridos de domingos, sin gritos de goles “en el bosque”
ni perfumes de tilos en diciembre
o diagonales que nos lleven al cálido abrazo de un amigo,
Solo en esta calle de un país poblado por afros y latinos,
busco una escala a la cordura, un agujero donde la luz dibuje la salida.
Dicen por ahí, los que escriben poemas,
Que “la venganza es una cómoda congoja”, tal vez lo sea,
pero en el exilio con hombres y mujeres de todos los países,
solo sé que “la venganza, es una congoja que nos resta”


Delchis Girotti
¿Que haríamos sin sueños y sin libros?

La vida y los sueños se entrelazan,
en las hojas de un mismo libro.
Vivir también es leer lo aparente,
soñar es fabular cada herida que traspasa.
Pertenecemos a los sueños que estremecen
y a los sueños que mueren sin nacer.
Somos el uno y la cantidad infinita,
Viento que acaricia, sol que nos quema.
Fatiga de piel desnuda
Sin los sueños no hay vida que surja de la nada
Negarse a resucitar al niño
que nos acosa en nuestros huesos
es negar el soplo que transforma el barro, en hombre
el hombre, en ser humano.
Pertenecemos al equilibrio, al viento, al ángel,
al genuino asombro de estar vivo
Ser un yo, en las infinitas voces que acosan cada día
Sin los sueños somos pertenencias de un jardín olvidado,
flores que nacen y se secan, palidecen en un vaso,
espera en el silencio, certidumbres.
Sin los sueños, un libro se muere en el estante,
un hombre es carencia, en el más mar de la palabra.


Delchis Girotti
¿Por qué escribo?

¿Por que escribimos?, nunca lo sabremos.
¿Quien puede contestar a lo inefable?
¿Por que escribimos?,
Tal vez, porque la vida abruma o encanta
sin nada que sustente.
Tal vez porque queremos, y creemos conjurar,
a través de las palabras los demonios
que nos reducen y obsesionan.
Oprimen los conflictos, y escribimos….
Duele la duplicidad de las ideas, y escribimos…
Nos subleva la injusticia, y escribimos…
Y así, cuando despertamos de los sueños,
encontramos malos versos, prosas infatuadas,
sin recordar por qué y para qué las escribimos.
¡Ingenuo tiempo en que queríamos cambiar al mundo
con altisonantes adverbios y adjetivos!
Algunos escriben para no morir
o con la locura ahí, en espera
Otros, huyendo de la vida….
En mi caso…
Escribo para manejar lo inadmisible
como los mágicos conjuros de los endiablados duendes
soñando que el verbo me devuelve
la razón que perdí, y me robaron….
Escribo contra todo y aún con esperanza,
para no hundirme del todo
en el oscuro sinfín de los abismos.
Tal vez, cuando me muera
una mano piadosa, haga lo que no me atrevo por cobarde
quemar los borradores inútiles que alguna vez fueron reflejos
de aquel adolescente torpe,
que quiso volar con malos versos,
al tormentoso océano de ficciones y utopías..

Susana Walkman
Estalla un grito

Como llanto primordial de las tinieblas,
oscuro hijo del tiempo,
estalla un grito en las entrañas de la tierra.

Cuántos gritos nos faltan, cuántos silencios.
Aliento metálico
de diosa vieja que acomoda sus huesos..

¿Quién grita, universo eterno, emperador
de soles y de espacios,
de llenos y vacíos, indemne luchador?

Materia incandescente que nos precede,
volcánico elemento
que sabe a turbio néctar de brujas y de duendes.

Si supiera de tu dialecto, tierra mía,
de tu idioma y tu acento,
tus decires de la creación me hablarían.

Pero mis pobres escasos sentidos
no captan los secretos
del magma que se agita voraz en tus latidos.

Tu gritas, yo no entiendo.
Pero igualmente,
Humanamente,te respondo en versos.

Susana Walkman
Canto al amor

Amor, hendidura de luz
que entra por el iris de mi ventana
para ser asombro, relámpago, alegría.
Amor, desgarro de sombras
que quiebra el hielo y el silencio
para ser calor, susurro, sinfonía.
Misterioso como el deseo.
Inquietante como una espera
Luminoso como el conocimiento.
Único redentor
De infinitas maneras, despierta al alma dormida
la rescata del abismo de la muerte.
Amor, inextinguible manantial de vida.

Susana Walkman
Canta

Sólo tu canto desmedido
irrita a los fantasmas de la noche
hiriendo de muerte al horrendo silencio.
Sólo tu canto me rescata de compartir con ellos
la bruma infiel del recuerdo
la negrura espectral del olvido.
Canta tu canto desmedido
que me regala la certeza de estar
de no ser otro fantasma perdido.


Marta Josefina Vitale
Saber que existes

Extendida la mano
enguantada la ternura
hasta acariciar el aire
que los surcos de tu rostro alcanza
Recorrer la luna en tu respuesta
desplegar la memoria en el encuentro
estirar el tiempo de la quietud vieja
capturar el silencio
Emerger lento
desde el fondo de un vino que se renueva
a la embriaguez de la caricia que apura
las alas del insomnio desplegadas
la tristeza que huye en el espejo
La búsqueda demorada
el tiempo suspendido
la certeza casual de tu camino
que destiñe el color de la distancia
Deshora del olvido que resiste
en esta soledad de estar tan solo
por saber que existes

Marta Josefina Vitale
Clamor en mi silencio

“solo tu canto desmedido irrita a los fantasmas de la noche…” Gladis Molina.

Desciendo al fondo azul de mi silencio
donde el eco grito de tu voz resuena
recorre el vacío pleno de la nada
y traiciona mi sombra su estridencia
Cómo escapar al exultante ritmo
que traspone los límites del todo?
¿Cómo conjurar los fantasmas exaltados
por esa cadencia de voz inoportuna
y revertir el miedo a lo signado?
¿Cómo volver a nuestras voces concordantes
y silencios afiatados?
Nuestra marcha a la par, el inocente secreto en la mirada
casi sin gesto constelado
En el centro de este universo compartido
en que tu canto clama y mi silencio apenas
tan solo es necesario quizás, alguna luna llena…

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