martes, 26 de agosto de 2008

Eterna Juventud: Abuelos Creadores





Carmen Elena Cuevas
Recuerdos
El por qué de tu trágica partida
un misterio, ni un resquicio
fui arrojada a las tinieblas...
En un infierno seguí viviendo
ángeles acudieron en mi ayuda
Me brindaron las fuerzas y energía.
Vencí caminos con escollos
los hijos crecieron con tu recuerdo
hoy, padres, profesionales, abuelos
Y en mí, el vacío invencible.
¿ Te querías ir, estabas cansado?
Cuántas veces me pregunté
el por qué de esta soledad
me amabas lo sé y lo sentí.
No supero tu ausencia
han rodado cuarenta años y vivo...
sin lágrimas te digo que ya poco falta,
en el otro plano estaré contigo.
Por tu imprevista partida
le reprocho al mar desde mis entrañas
por haberte llevado con tanto hechizo

Catalina Elisa Nani
Personificación

¡Tiemblen!
Soy el rey de la tormenta, amigo de la oscuridad, del sordo ruido, de rugidos leoninos, de paso estruendoso. A mi estampida todo se sacude.
Llego a lo más profundo de la tierra y con rígido eco regreso al cielo.
Penetro con fuertes bramidos en las oscuras nubes. Me precede el rayo,
con su mágica y destructora luz. Lo espero para luego desatarme
en locos y desvariados saltos, contoneándome como loco saltimbanqui.
Sólo sé que me divierto saltando de nube en nube, escuchando a viejas que santiguándose dicen: ¡Santa Bárbara bendita! Enternezco, cuando otras a sus nietos dicen: Es San Pedro que juega a las bochas. Entonces, me desmigo en suaves hondas y dejo pasar la lluvia, me voy acallando...
Sólo escucho el palpitar de mi corazón diciendo, ¡Bum!, ¡Bam! ¡True, true...trueno!

Catalina Elisa Nani
¡Llegué!

Estoy un poco incomodo, esta casita ya me esta quedando un poco chica y siento latir cada vez mas fuerte el corazón de mamá.
-Empujo y empujo y salgo al fin ¡que luz tan fuerte! Me hace cerrar los ojos.
¡Eh! ¿Qué hacen? Me alzan me ponen en algo y dicen:
Pesa 3 K 600 gr. después me ponen pañales batitas, ¡qué se yo!
Por fin me llevan a los brazos de mi mamá ¡qué linda sonrisa tiene! Y mi papi que cara de susto, me acaricia, yo ya conozco sus manos cuando acariciaba la panza de mamá.
¡Qué pasa ahora! me ponen en un carrito y voy a parar a una gran habitación, ahí hay un montón como yo.
Bueno, por lo menos podré hablar con alguien, pero no, la gordita que está a mi lado no hace más que dormir y el otro flaquito llora y llora.
Me dormiré, hice tanta fuerza y estoy tan cansado.
¡SAS! Otra vez me llevan en el carrito y voy a otra pieza más chica.
¡Puja!, que olor a flores, ¡pero están mis papis! Por fin estaré con ellos.
Pero no, de repente entran y entran, ¿Quiénes son? Dicen parientes.
Esa que me mira con dulces ojos celestes es mi abuela, y asomado detrás de ella el abuelo, me parece que en los ojos tienen unas gotitas de agua.
Ahí no terminan los parientes, aparecen tías, tíos, primitos, bisabuelos y hasta unas chillonas que dicen ser amigas de mamá.
El mas piola me parece que es mi tío, me miró me sonrió y me dijo bajito: -yo te voy a llevar a jugar a la pelota.
¿Qué les pasa a todos?, me miran y dicen: Tiene la frente del tío Pepe, la nariz del padre, las manos de la abuela, la boquita de mamá.
Al final estaré hecho de todas esas partes o seré yo RODRIGO...
-Bueno empiezo a sentir un dolorcito aquí en mi estómago, ¿cómo haré para que mi mamá sepa? Y, llorare.
Entonces una tía me pone de costado; la abuela boca abajo, una amiga me quiere poner un extraño aparato de goma en la boca.
¡Yo quiero a mi mamá! Así que seguiré llorando y llorando...
Por fin entra una señora, toda de blanco que dice: -Todos afuera dejen al bebe con su madre, le tiene que dar de comer.
¡Qué sabia! Papá me lleva con mamá, ella si que pone algo lindo en la boca.
¿Pero qué pasa? Otra vez a hacer fuerza, y mas fuerza, pero por fin encuentro lo que busco, mi dolor de pancita se va calmando, chupo y chupo y el sueñito me viene y siento otra vez el tic tac de mama. Suaves golpecitos en la espalda, hasta que por fin el provechito.
¡Que bien me siento ahora! Mamá me acuna en sus brazos, papá la abraza y me cantan:
Arrorró mi niño / Arrorró mi sol / duérmete pedazo, de mi corazón...

Catalina Elisa Nani
¿QUIEN SOY?

Qué soy...
Minúsculo polvo de tierra, gen de un crisol de razas,
de oriente y occidente, de cuna juniense,
Argentina de alma.
Docente por vocación, soñadora imposible
amante fiel, madre seguidora.
Perezosa al descuido, lamento constante
ahorrativa persistente, justa e injusta
-termino medio-
De palabra mesurada, sin fronteras.
Celosa de lo mío, cuidadosa de lo ajeno
disciplina firme.
Espontánea a la risa, cosechadora de compañeros
timidez escondida, amante de la libertad
miedo al encierro -ni en jaula dorada-
Guardaría un pájaro.
Paciencia con los niños, esperanza en los jóvenes
prudencia con el hombre.
Mesura en los ideales, dolor ante la injusticia.
De fe humilde y abierta
descreyente de altares dorados.
Seguidora del sol mañanero
melancólica en días lluviosos
soñadora en tardes grises
apasionada en noches oscuras.
Enamorada de la música y del color.
Despegaré de aquí, no sé cuando
para elevarme y volver nuevamente
a ser minúsculo polvo de esta tierra.

Catalina Elisa Nani
Amor de un ayer

Callejón empedrado
de blancas casitas
y floridos balcones.
En uno de ellos
abarrotado de jazmines
estaba, ella una tarde.
¡Qué pálida me pareció!
El día que la vi
entre la púrpura de los geranios
y las rosas en flor.
Su boca fue una tentación
para este solitario poeta
que sólo con rimas
su amor le declaró.
Ella escondía
bajo sus párpados entornados
su primer tímido amor.
Y mi corazón, por ella gemía.

Hasta que una tarde
un padre celoso y cruel.
Con amargas palabras
mató en mí la ilusión
de que algún día sería mía.

Diamantina Oddo.
Tu nombre en mis sueños

Anoche he tenido un sueño, ha sido una maravilla
sentada al sol, en la orilla del inmenso mar estaba
y con mis manos jugaba queriendo en la arena hallar
caracoles de colores para con ellos formar
las figuras caprichosas que surgieran al azar.
Y así distraída estaba queriendo lograr mi intento
cuando sentí un suave viento que mi cuerpo estremeció.
Seguido a esto, los ojos hacia el mar los dirigí
fue dantesco lo que vi, atónita contemplé aquello
tan irreal y tan bello que yo jamás presentí.
La hora de la oración de púrpura se había vestido
el agua formaba tonos para mí desconocidos
a instantes olas gigantes contra las rocas rompían
y al despeñarse fluían una espuma nacarada
al caer como estrellitas un tono coral tomaban.
En medio de ese tumulto y ese mar embravecido
se oyó un trueno seguido de coloreados matices
vi que avanzaban nubes a enorme velocidad
más, no era una tempestad, porque el sol aún brillaba
y en medio de aquel infierno un gran velero avanzaba
alguien, de éste bajaba.
Un hombre que allí venía, a poco se fue acercando
absorta lo fui observando y confundida quedé
al verlo recio, apuesto con sus cabellos dorados
sus ojos dos esmeraldas, ligeramente almendrados.
Sentí paz al contemplarlo, no me inspiraba temor
en sus primeras palabras, traslucía su candor
-no temas de mí-, me dijo- -yo me voy a presentar
Me llamo amor y me envía, mi hermana la soledad-.
Yo te vengo a acompañar y te ayudaré a buscar
caracoles de colores
también traeré unas flores que voy a buscar al mar
más, sólo si me prometes que has de adornar con tesón
el nombre, sólo del hombre que existe en tu corazón.
Y allí lo miré en mis sueños, en la arena dibujado
y cumpliré la promesa que al amor he profesado.

Diamantina Oddo.
El hombre de mis sueños

Cuando mis ojos te vieron a nadie jamás miraron
en los tuyos encontraron todo cuanto yo soñaba.
Quizá porque presentí en ti un hombre diferente
que era suave, dulce, ardiente, como te había soñado.
Y así repito tú nombre cual si fuera una oración
como ofrenda a mi ilusión, al hombre ya presentido.
Y es hermoso lo vivido, te remonté a las estrellas
te hice dueño de una de ellas, y adorarte comencé.
En mi verso te endiosé, te coloque en marco de oro
por ser el mayor tesoro que en la vida poseí.
Y hoy te pregunto alma mía, si otra al mirarte a los ojos
te dice que tiene antojo de ser tu esclava y tu dueña.
Si al nombrarte también sueña, con amor y fantasía
y vive esperando el día de volverte a contemplar.
¿Di?...quién te ha podido brindar así, este amor soñado
y en un altar ubicado para poderte adorar.

Diamantina Oddo
Piensa en ti

Cuando se pierde lo amado deja un vacío profundo
Y creemos no poder afrontar de nuevo al mundo.
Que equivocados estamos, pensando de esa manera
Razonemos de otra forma, cada año hay primavera.
Dejemos que el tiempo pase, Analicemos las cosas
Esas, que en su momento, nos parecieron hermosas.
Dicen que es malo comparar y yo digo lo contrario
Repasemos cada día, si hacemos lo necesario.
Se rompió la relación, algún motivo ha surgido
Tratemos de analizar. - ¿Hemos ganado o perdido?
A no aferrarse a un capricho
Eso ocurre muchas veces, toleramos muchas cosas
y las pagamos con creces.

Ese amor ya se murió, queda el acostumbramiento
pero piensa fríamente, eso, no es un sentimiento.
Él, al igual que tú, siente temores de hablar
y por no herirte se calla, lo que quisiera expresar.
Se vive sólo una vez…
Haz todo lo que has soñado, emplea tu inteligencia…
no lastimes, a quien está a tu lado.

Margarita Morales
Mi casa

De niña recuerdo, cuando al parque iba
Tú estabas ahí; en la esquina, altiva,
erguida y solemne.
Cuando te admiraba, tus líneas tan curvas,
tu elegante porte, contemplando el parque
-¡Eras señorial!...
Mirabas el parque con curiosidad,
y de esas ventanas tus alegres dueños,
veía asomar.
Eran otros dueños, felices entonces,
que luego se fueron, para que otros deban
Tu nido amparar.
Estuviste sola, sin que el amor pueda,
en tu claustro entrar,
Bajas tus persianas, sin luz tus ventanas.
Andando los años, te encontré destruida,
deslucida y triste
Más de medio siglo, llevas inspirando
Abrí tus ventanas, les puse cortinas
remocé tus cuartos,
Llené de alegría, tu alma vacía.
Hoy te veo de lejos, viniendo del parque,
alegre en la esquina, y parece un sueño...
Al fin fuiste mía.

Margarita Morales
Amor judío

Aunque todo se oponga, tú estarás en mí.
Estarás en la brisa, que el viento derrama.
Estará en la llama de éste gran amor.
Viviremos juntos, la eterna alegría,
de decir que un día, logramos llegar,
y así unidos asilar, mitos religiones,
Fundando razones, quemadas de amor.
Y mi vida toda, vibrará en tus venas,
y ya no habrá penas, tan sólo habrá amor.

Margarita Morales
Primer beso

Tus ojos no mentían,
tus Labios pedían, un beso de amor,
que estaba repleto, de un bello candor.
Tus labios se unieron, muy junto a los míos,
sentí en ese instante, cual fuese un diamante,
tu beso surgir y del fluir, mil facetas nuevas,
que fueron cual brevas, brotando de amor.

María Semotiuk
Negación

Negar tus miradas, tu voz, tus caricias,
negar tus besos...
Recordar que llegaste una noche,
mágica noche...
Saber que te amé con infinitud de amar,
con lejanía de horizontes ignotos...
Galopar, brincar, caminar,
en pos de una sublime ilusión,
Tener amor, tus miradas,
tu voz, tus caricias y tus besos...
Te fuiste... al volver estaba para Ti,
estaba por Ti... Te fuiste...
Negar, negar, negar, ¿será un poco morir?

María Semotiuk
Tus ojos...

Tus ojos, mamá, tus ojos de mar,
tus ojos de cielo, tus ojos de nubes
tus ojos que reflejaron todos los paisajes...
Tus ojos, mamá, tus ojos,
en los que enjugaste todos tus dolores,
todas tus lágrimas...
tus ojos inolvidables, tus ojos arcanos...
Tus ojos, mamá, tus ojos insondables
tus ojos de nube, de cielo, de mar...
Detenidos en mis ojos, busco los tuyos
en los ojos de todas las mamás...

Marta a. Fernández
He llegado

He llegado a las puertas de tu alma
buscando abrigo y protección
encontré que tus brazos me envolvían,
calmando mi angustia y mi dolor,
y fundiendo tus rayos luminosos
en los opacos que tenía yo,
llegamos a la luz maravillosa,
Que despertó mi alma y encendió el amor.

Marta a. Fernández
Las voces del silencio

Estoy sentada en un médano,
el mar a mis pies con su eterno vaivén,
miro y hasta donde mis ojos alcanzan no veo a nadie,
Entonces empiezo a oír las voces del silencio.
¿Estoy sola? NO, no existe la nada
Todo canta y gira entorno mío,
lo siente el alma y el universo es un todo y yo parte de él.

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